Alumno con TDAH. ¿Cómo orientar a la familia?

tdah en casa
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Si nuestro problema surge cuando nos enfrentamos a un alumno con TDAH, debiendo analizar ¿qué hacer?, ¿cómo evaluarlo?, ¿cómo lograr su adaptación social?, entre otras inquietudes, pensemos en su familia. Cuando recibimos a un estudiante en la secundaria, no tenemos idea de que vivencias ha tenido a nivel familiar, a lo largo de su vida. Al tener acceso a datos e información que presentan los centros educativos podemos tener una visión general.
Es difícil pensar ¿cuáles son lo vínculos reales que tiene este adolescente  con sus padres y hermanos?

¿Cuánto el desgaste de lo cotidiano, de un situación que muchas veces es desbordante y que no se sabe como manejar, a interferido en su relación con la familia?
Reflexionando sobre esta situación es que debemos pensar muy bien como trabajar con ella. Si los vínculos sociales son fundamentales para él, la familia va a ser su base y su sostén. Es clave para nosotros sentir el apoyo de ésta, ya que de lo contrario, nuestra ayuda será infructuosa.
Si queremos tener una aproximación con éxito a la familia debemos dejar nuestros prejuicios de lado, no ser críticos. Entender que si nosotros nos quejamos por que el estudiante se para, conversa, no nos escucha ni nos ve y estamos algunas horas semanales con él, a su familia le ha pasado ésto toda su vida.
Otra de las cuestiones que debemos recordar, es que frente a un problema de un hijo, los padres muchas veces podemos reaccionar en forma contradictoria, recurriendo al proceso psicológico más elemental que presentamos los seres humanos, la negación. Una gran autodefensa para protegernos del dolor.
 Así mismo se nos puede presentar una familia que nos agradezca por nuestra intervención y se sienta aliviada frente a tantos conflictos vividos con su hijo sin poder encontrar hasta ese momento una explicación.
No podemos predecir si la familia va a estar preparada o no para escuchar o siquiera pensar en que su hijo tiene TDAH, pero sí debemos  tener claro que no será fácil comunicárselo.
Es por ello que cuando se nos presenta una situación como ésta, tenemos que trabajar primero con el equipo multidisciplinario de la institución que quizás es el más preparado para informarle a la familia. Nosotros podemos ser un referente importante en el momento de analizar las conductas que presenta el alumno a diario y los cambios favorables o no.
En caso de que nos toque ser parte de quienes deben comunicárselo, tenemos que buscar de antemano centros de ayuda para la familia y lugares de referencia para poder lograr una orientación real. Planteándolo siempre desde la perspectiva que la consulta al médico es el primer paso. Recurriremos a la información sobre el TDAH en caso de que se nos confirme luego de un estudio médico.
Algo que tiene que quedarle claro a la familia es que:

• su hijo tiene un problema que lo va a acompañar toda la vida. 
•  tiene connotaciones a nivel neurológico, y que si es imprescindible deberá tomar medicación para poder trabajar en forma cotidiana, pero que nosotros estaremos desde el aula analizando cómo su tratamiento lo favorece, haciendo las adaptaciones curriculares necesarias para lograrlo. Del mismo modo los podremos orientar en cambios que deberán realizar en su vida personal para el estudiante pueda sentir sus logros desde lo cotidiano. 
• sin un buen tratamiento que nos permita aproximar a la institución con el plantel médico, no podremos darle una ayuda real. 

La familia debe sentir que no está sola. Que tanto el centro educativo como los centros de ayuda para padres están dispuestos a brindarle el apoyo necesario.